domingo, 1 de noviembre de 2009

La prensa escrita frente a la emergencia de la Web

Actualmente los diarios están condenados a desaparecer. Desde hace dos décadas, su circulación y venta en el mundo viene cayendo.
Como todo abandono de un lugar, éste también es un fenómeno que se da en forma de migración y que tiene un destino propio: Internet.
Las razones configuran una crisis estructural de la industria informativa, el segmento más dinámico de la cultura contemporánea. Y esas razones son: caída en las ventas, pérdida de credibilidad, caída de la publicidad, despidos de personal calificado.
El pronóstico de desaparición de los diarios lleva otro implícito, la desaparición del periodismo como campo profesional.

En el libro "La Prensa Sin Gutenberg", sus autores, Jean-Francois Fogel y Bruno Patiño, son periodistas y pertenecen a un medio emblemático, el diario Le Monde. Fogel fue uno de los conductores de la reformulación del diario parisino en los 90. Patino es director de Telerama y presidente de Monde Interactif, Le Monde en Internet.
En un medio con dos redacciones separadas y de cultura muy diferente, los redactores del diario se quejan de que la web no es tan Le Monde como debería y de que no respeta sus derechos. Los redactores y responsables de la web se sienten perjudicados por la mala marcha del periódico cuando son el primer medio informativo online de Francia.

El argumento central del libro es que en la era de la comunicación electrónica, la prensa no encara un nuevo capítulo de su historia, sino que ha entrado en una nueva Historia. "Internet —dicen los autores— no acelera el ciclo de la información, lo supera". El fundamento es conocido: una información que se publica en Internet entra en un universo donde no existe una separación entre la audiencia y la prensa, los hechos y las noticias. El internauta puede expresarse en un pie de igualdad con los periodistas.

Comienza un debate cuando Fogel y Patino señalan que la prensa desconfía de todas las instituciones, salvo una: no tiene nada contra la prensa. La audiencia de Internet hace lo mismo con una diferencia: desconfía de todas las instituciones, incluida la prensa. Para los internautas, la prensa aparece como un campo adverso, un espacio del que se podrá prescindir. En otras palabras: ocuparlo.

Hubo un período que marcó el poder de los diarios digitales, un ejemplo de ello es el tras el ataque terrorista de Nueva York en 2001 al aumentar considerable el tráfico en Internet. Los editores comprendieron que existe una expectativa por parte del público y que responderían a ella si se dispersasen los contenidos, textos y páginas, en distintos puntos de la red, desde donde seria más fácil difundirlos.
El 11 de marzo de 2004, la mayoría de los diarios digitales baten sus records de audiencia, principalmente en Europa.
La presencia de planos, gráficos, foros y chats, muestra que el medio supera los textos y fotos a los que, limitó sus contenidos.
La red de redes ha ubicado al internauta en el primer plano de un universo que puede dominar sin competidores. Internet es el medio sin masas, instantáneo, la red en la que cada uno se desplaza demasiado rápido para ser testigo, así sea furtivo, de su propia soledad.

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